En los centros educativos suele existir la costumbre de programar representaciones de obras de teatro para celebrar la Navidad y el fin de curso. Esta práctica tan positiva para los alumnos necesita de una gran planificación previa, ya que la presencia de público implica que exista una preparación a conciencia tanto por parte del alumnado como del profesorado que forma parte del proyecto.

Al respecto de dicha planificación, para llevar a cabo una función escolar lo primero que se ha de seleccionar es el grupo de alumnos que participará en ella, tanto en lo concerniente a los actores como al público. En el caso de la Educación Infantil, nos estamos a niños de 1 a 6 años, aunque lo más frecuente es trabajar chicos y chicas que se hayan iniciado en la lectura. En este caso, hablamos del segundo ciclo de Educación Infantil, que va desde los 3 hasta los 6 años.

Guía para profesores - teatro niños 3 a 6 añosNiñas durante una función escolar. / Flickr

Seleccionado el grupo de alumnos, será el momento de buscar un texto teatral acorde a su edad, gustos y capacidades cognitivas. En esa línea de búsqueda, nuestro primer requisito será que el texto pueda ser representado en un máximo de 30 minutos, que es la duración que los expertos de Didáctica de la Lengua y la Literatura aconsejan para este perfil de edad.

En cuanto al género teatral, nos debatimos entre la comedia, la tragedia y el drama. En este rango de edad lo más adecuado es optar por la comedia, en tanto que se trata de la primera vinculación con el teatro por parte de los alumnos y queremos transmitirles un mensaje positivo de diversión y entusiasmo. Adicionalmente, este género también resulta el más adecuado para el público, homólogo en edad, que acudirá a la representación para ver la que puede ser su primera obra de teatro.

Con todo, el subgénero teatral que mejor se adecua a los requisitos de edad, duración y género que hemos trazado es el entremés. Un entremés es una pieza corta, de aproximadamente 15 minutos, que durante el Siglo de Oro se representaba entre una gran obra y otra, alcanzando las representaciones duraciones totales de más de 4 horas. Estas piezas servían para entretener al público durante los cambios de escena y los descansos de los actores, y tenían una carga elevada de humor y complicidad.

No obstante, si el número de actores es elevado podemos elegir dos o tres entremeses diferentes y repartir a los alumnos entre ellos en función de sus gustos e intereses; de este modo obtendremos una función de entre 40 y 50 minutos y una hora donde intervengan un gran número de actores. Cada grupo estaría dirigido de forma autónoma por su tutor, y los entremeses se representarían uno a continuación del otro como piezas independientes.

Sin embargo, con frecuencia sucede que los textos elegidos no contienen con exactitud el mismo número de personajes que el grupo-clase con el que se va a trabajar el montaje. Esto nos conduce al siguiente paso para montar funciones teatrales en el colegio: adaptar el texto. Generalmente, dividiendo el texto de un personaje en dos podremos obtener nuevos personajes con facilidad. Eso sí, para los profesores con una cierta inquietud literaria lo más aconsejable es escribir un texto completo adaptado a sus alumnos, tomando para ello un entremés clásico como referencia. Adicionalmente, este recurso presenta una ventaja añadida: nos posibilita transformar el verso de los entremeses en prosa, facilitando así la memorización y la lectura para nuestros alumnos.

Llegados a este punto, dispondremos ya de un grupo de actores y un texto cómico de una duración máxima de media hora con tantos personajes como alumnos participan en la obra. Es este el momento de iniciar los ensayos, siguiendo este protocolo de actuación:

  1. Primera lectura del texto: todos los alumnos, sentados en círculo y con un libreto fotocopiado de la obra completa, subrayan o colorean las líneas de texto del personaje que se le ha asignado y leen sus intervenciones en voz alta. Se introduce con ello al grupo en las particularidades del diálogo.
  2. Organización de los ensayos: para ensayar existen dos opciones, ambas dependientes de la disponibilidad del maestro. En primer lugar, podemos ensayar durante los recreos o las horas lectivas de clase, cediendo para ello tiempo de una asignatura vinculada al proyecto (por ejemplo Lengua Castellana y Literatura, o Inglés si la obra se va a representar en este idioma). En segundo lugar, podemos quedar una tarde en semana para ensayar en el teatro del Centro con los alumnos, ayudados por un grupo de padres voluntario o por otros docentes.
  3. Preparación del montaje: el texto teatral ha sido diseñado para ser representado con público, de manera que habremos de preparar a nuestros actores para que den vida al texto. A este respecto, hay que tener presentes diversos elementos que se detallarán a continuación.
  4. Elección de la fecha y el lugar de representación: lo habitual es solicitar al Consejo Escolar el teatro del Centro para llevar a cabo allí la función. En caso de que este escenario no se encuentre disponible, es recomendable acudir al teatro del pueblo o a una sala abierta para eventos culturales, como suelen ser los salones de actos y congresos de las bibliotecas.
Guía para profesores - teatro niños 3 a 6 años, reciclajeTeatro de títeres con materiales reciclados. / Flickr

Con el objetivo de preparar a los actores para que la función resulte estimulante a nivel visual, existen varios recursos escenográficos muy económicos y fáciles de llevar a cabo por parte del claustro y de las familias. En primer lugar, las familias pueden ayudarnos a confeccionar disfraces con ropa vieja y objetos reciclados, o con el propio maquillaje.

Por parte del Centro, es habitual que dispongan de un cañón proyector para utilizar en las aulas TIC. Pidiéndole ayuda al Coordinador TIC para conectarlo a un ordenador e introducir las imágenes seleccionadas, podremos proyectar en el fondo del escenario cualquier imagen (por ejemplo, un paisaje, una playa, una habitación…) para que los actores representen delante de ella e indique al público el lugar en el que se desarrolla la acción. No obstante, este mismo efecto puede llevarse a cabo con papel continuo pintado por los propios alumnos.

Adicionalmente, podemos crear atrezzo sencillo con globos (por ejemplo, la copa de un árbol puede fabricarse con globos verdes pegados uno junto al otro en un cartón); con hilo de pescar y papel pinocho para fabricar vidrieras y murales; o con guantes y calcetines viejos para confeccionar títeres de guante.

En conclusión, la puesta en marcha de un proyecto teatral en un centro es laboriosa en su comienzo, pero muy satisfactoria cuando los niños se suben a las tablas y disfrutan de una experiencia tan global como es el teatro: aprendizaje, risas, nuevos valores, alegrías, entusiasmo, compañerismo, literatura, disfraces, lectura y, por supuesto, mucha felicidad. ¡Manos a la obra y mucha suerte con las funciones!

Helena V

Helena V. es maestra de Educación Primaria con mención en Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Actualmente dirige una compañía de teatro y es articulista de textos educativos.

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