A causa del creciente auge experimentado por los dispositivos electrónicos para niños, como pueden ser los ordenadores portátiles, las tabletas e incluso los teléfonos inteligentes, es necesario considerar su relación con los juegos y juguetes tradicionales para perseguir un equilibrio entre ambos, de manera que estos no queden relegados a meras antigüedades decorativas propias de otra época.

Los juegos digitales ofrecen grandes ventajas con respecto a la adaptabilidad para niños con problemas visuales, auditivos, motrices o cognitivos. En ese aspecto, son una herramienta muy potente para utilizar tanto en el aula como en familia. Adicionalmente, son una excelente herramienta de motivación para los niños, ya que ofrecen sonidos y colores que captan su atención de un modo constante.

A pesar de esto, los juegos virtuales presentan también aspectos negativos, como la frecuencia de adicción, el desarrollo de niveles de aislamiento e incomunicación elevados y la dificultad para gestionar las propias emociones y fomentar relaciones sanas y equilibradas. Junto con sus ventajas, es necesario considerar también estas problemáticas para utilizar los juegos digitales de un modo adecuado y responsable.

Juegos tradicionalesJuego de la comba. / Pixabay.com


En esa línea de actuación, muchos de los problemas que generan en los niños el uso de las nuevas tecnologías se pueden salvar sustituyendo los juegos digitales por juguetes y juegos tradicionales, puesto que estos recursos lúdicos fomentan el trabajo en equipo, la diversión equilibrada y la adquisición de habilidades manuales, destrezas psicomotrices y normas de comportamiento y de convivencia.

No en vano, cada tipo de juego o juguete presenta unas características propias diferenciadas y ofrece un repertorio de ventajas y beneficios distinto. Por ese motivo, es importante conocerlos e informarse acerca de estas propiedades para así elegir en cada momento el juguete que mejor se adecue al grupo de niños hacia el que va dirigido.

Juguetes físicos

Son aquellos cuya mecánica se centra en las cualidades físicas: la fuerza, la velocidad y la resistencia. Por lo general se realizan en grupo, y se corresponden con juegos como los de balón, los columpios, el hula hoop, el salto a la comba, el pilla-pilla o los malabares.

Juegos tradicionales, columpioNiños en columpio. / Flickr.com

Juguetes manipulativos y de construcción

Ejercitan la motricidad fina, esto es, el control de los dedos, a través de la precisión y la atención de los sentidos visual o auditivo. Aquí se incluyen los juegos de construcción, puzzles, rompecabezas, muñecos, etc.

juegos tradicionales, LegoLego, juego de construcción. / Pixabay.com

Juguetes simbólicos

Esta categoría abarca aquellos juegos en los que los niños intercambian sus roles o representan otros trabajos, como puede ser jugar a las tiendas, a las profesiones o a los indios y vaqueros. Durante estos juegos se toman objetos cotidianos y se utilizan como materiales simbólicos que representan caballos, armas o prendas de ropa especiales, lo que favorece la adquisición del pensamiento abstracto y simbólico a la vez que se mejoran el idioma, la creatividad, la convivencia y las relaciones de amistad entre iguales.

Juguetes de reglas y normas sociales

Estos son los clásicos juegos de mesa como el parchís, la oca, el risk o las cartas. Además de ser divertidos y adecuados para toda la familia, mejoran habilidades como la planificación de estrategias, la realización de pactos y acuerdos y el respeto por las normas que rigen el funcionamiento del juego.

Juguetes educativos

En la actualidad, la producción de estos juguetes se ha vinculado con las nuevas tecnologías, de modo que los juegos educativos que se diseñan están especialmente pensados para los ordenadores y las tabletas. No obstante, hay muchos juegos educativos pensados para favorecer la memoria, el razonamiento lógico, la orientación, la atención y la concentración o las habilidades en la lectura y el cálculo. Es este el caso de juegos como el Scrabble, el Memory, los juegos de preguntas y respuestas, los musicales, artísticos y científicos, los crucigramas o las sopas de letras.

Juegos tradicionales, tren de maderaTren educativo de madera. / Pixabay.com

Juguetes colaborativos, grupales y de equipo

Finalmente, los juegos anteriormente descritos se pueden abordar desde una perspectiva individual o de equipo. Los deportes de equipo favorecen la empatía, la cooperación y las relaciones sociales desde el contacto físico moderado y controlado. Adicionalmente, los deportes colaborativos mejoran el respeto y la tolerancia y controlan la agresividad y la ansiedad.

Con este abanico de juegos tradicionales nos damos cuenta las grandes ventajas que puede ofrecerles a los niños jugar como hacían sus abuelos, con materiales sencillos y grupos de amigos en la calle. Hemos de servirnos de la variedad ofertada en el mercado para fomentar tanto las destrezas físicas como las cognitivas, enseñando así a los niños a divertirse a la vez que aprenden valores sociales y habilidades emocionales y ejercitan sus músculos para crecer de un modo saludable. En ese sentido, los juegos tradicionales son una de las herramientas más completas que se conocen para aprender divirtiéndose.

En conclusión, cada tipo de juego ofrece una serie de ventajas que han de ser consideradas en función de las prioridades que ofrezca el grupo de niños con el que se trabaja, en el caso de los educadores; o de las características de la familia, en el caso de los padres. El óptimo se encuentra en el punto medio, en tanto que lo importante es equilibrar los tipos de juegos que se practican y comprender que tanto la digitalización como los juegos tradicionales ofrecen sus ventajas si se combinan de un modo equilibrado y saludable.

Helena V

Helena V. es maestra de Educación Primaria con mención en Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Actualmente dirige una compañía de teatro y es articulista de textos educativos.

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